lunes, 10 de noviembre de 2014

La Línea y Gente Nueva se disputan la Sierra Tarahumara

Los cárteles de la droga de Juárez y del Pacífico enfrentan una guerra de exterminio en la sierra Tarahumara de Chihuahua para controlar la región con violencia y terror.

Lo que ha dejado en 15 días un saldo de cerca de 40 muertos, entre ellos niñas y mujeres inocentes. Los enfrentamientos en la calle, carreteras y en las comunidades indígenas se han multiplicado de tal manera que semejan ya los años más violentos vividos en 2008 en Ciudad Juárez.

Los grupos armados de estos cárteles, identificados como La Línea y Gente Nueva (del cártel de Juárez y del Pacífico, respectivamente), buscan ampliar la zona conocida como el "triángulo dorado", que une a los estados de Durango, Sinaloa y Chihuahua en lo más sinuoso de la Sierra Madre Occidental, propicia para la siembra de estupefacientes.

Sin embargo, la reciente captura de sus líderes icónicos, Joaquín El Chapo Guzmán y Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, ha generado un descontrol y falta de liderazgo que provocó ya cruentos enfrentamientos, no solamente entre las bandas rivales, sino en el interior, ya que son varios los sicarios que consideran tener el derecho para ser nombrados los nuevos líderes de ambos cárteles.

En las tres últimas semanas se han reportado cuatro enfrentamientos, en los que los sicarios han utilizado armas de fuego de alto poder, incluyendo granadas de fragmentación y de cohetes de impacto, principalmente en el municipio de Guachochi.

Sin embargo, la presencia de grupos armados se ha reportado principalmente en los municipios de Bocoyna, Guachochi, Guadalupe y Calvo, Madera, Morelos y Parral, y en al menos otros 20 más.

El primero de ellos se dio en el poblado de Tónachi, donde murieron 11 hombres, varios de ellos calcinados en sus vehículos, al ser atacados con granadas y explosivos.

Una semana después ocurrió otro enfrentamiento en las comunidades de Samachique y Cusárare, del mismo municipio de Guachochi, con saldo de siete hombres muertos y una mujer.

Agentes de la Fiscalía Zona Sur aseguraron en el lugar más de mil casquillos percutidos de diferentes calibres, armamento, y nueve vehículos de lujo, al parecer con reporte de robo, casi todos ellos calcinados por los impactos de las granadas.

Al siguiente día, la Fiscalía del estado localizó los cuerpos de siete hombres en el interior de una camioneta pick-up, en el municipio de Madera, al parecer integrantes de un cártel que se habían enfrentado a sus enemigos en Guachochi.

Sin embargo, habitantes de esta región aseguran que han ocurrido más enfrentamientos, con muchas más personas muertas que las reportadas oficialmente por la Fiscalía del estado.

Luego de las refriegas, la policía estatal ha confiscado miles de cartuchos, decenas de armas de fuego de grueso calibre, granadas, uniformes tácticos policiacos y militares, chalecos antibalas y sofisticados equipos de comunicación.

Lamentablemente los enfrentamientos se han salido de control y la población civil ha sido víctima de los ataques armados.

Por ejemplo, en la comunidad de Rochéachi una niña de tres años murió al recibir varias descargas de armas de fuego, cuando un comando atacó la camioneta en la que viajaba en la Sierra Tarahumara con sus dos hermanos y su padre, los cuales resultaron con lesiones de gravedad.

En el mismo municipio de Guachochi, pero al siguiente día, la policía localizó los cuerpos de cinco hombres, los cuales fueron ejecutados a tiros.

Las cifras oficiales de estos enfrentamientos han dejado a 32 víctimas, pero todos los días aparecen cuerpos masacrados a tiros en los 24 municipios de la Sierra Tarahumara.

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