sábado, 25 de octubre de 2014

Ejecutado en Culiacán, Sinaloa

Omar Cota García, de 35 años, quien era de oficio transportista, falleció ayer por la tarde en una clínica privada.

Donde fue internado tras ser atacados a balazos en la colonia Benito Juárez, cuando comía tacos de cabeza en una carreta. Las detonaciones de arma de fuego irrumpieron la calma en el sector antes citado.

Un hombre quedaba malherido a un lado de las mesas de la taquería denominada "El Peter", misma que está por la avenida Carranza y la calle 6 de Septiembre. Su cuerpo presentaba graves lesiones.

Era alrededor de las 17:25 horas, cuando acudieron paramédicos de Cruz Roja para tratar de salvarle la vida.

Omar Cota estaba inconsciente y sangrando, al parecer ya sin vida.

Un familiar ordenó que lo llevaran de inmediato a la Clínica de Rehabilitación y Especialidades en la colonia Las Vegas.

En cuanto ingresaron al transportista, los médicos del lugar confirmaron que ya estaba muerto.

Había recibido cuatro balazos, dos de ellos fueron certeros, en la cabeza, otro más en la pierna izquierda y el último en el abdomen.

En cuanto a lo sucedido, policías indicaron que el vecino de El Barrio fue agredido en el momento en que comía.

Al parecer, un sólo sujeto se acercó a él, y sin mediar palabra, con una pistola 10 milímetros, le disparó a "quemarropa". Esto originó que las personas que ahí se encontraban se refugiaran para no salir heridas.

El asesino huyó sin que se diera a conocer si fue a pie o si se subió a algún vehículo.

El lugar del asesinato en minutos fue resguardado por policías municipales y de las demás corporaciones.

Después acudieron peritos en criministalística de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

Estos iniciaron la búsqueda de evidencias, recolectando cuatro casquillos del calibre antes mencionado.

Una vez concluido el trabajo de campo, un representante del Ministerio Público acudió a la clínica privada que se localiza en la colonia Las Vegas para dar fe del deceso de Omar Cota García.

Su cuerpo fue llevado al anfiteatro de la PGJE, donde se le realizaría la necropsia de ley correspondiente y así pudiera ser reclamado por sus familiares.

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