viernes, 10 de octubre de 2014

Con la detención de 'El Viceroy', del cártel de Juárez sólo queda el nombre

Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, dirigía hasta esta semana el cártel de Juárez, una organización criminal formada por su hermano, Amado Carrillo Fuentes, la cual en años recientes había perdido control e influencia en Chihuahua.

Cuando el cártel de Guadalajara fue desmantelado en la década de 1980, los hermanos Carrillo Fuentes —sobrinos de Ernesto Fonseca Carrillo— controlaron el tráfico de drogas en Chihuahua y aunque primero lo hicieron a través de la plaza de Ojinaga, luego se asentaron en Ciudad Juárez.

Cuatro de los ocho hermanos Carrillo Fuentes —Amado, Vicente, Rodolfo y Alberto—, nacidos en Navolato, Sinaloa, crearon una red que movía toneladas de droga desde Sudamérica a Estados Unidos en la década de 1990 mediante una flota de aviones, algo que le valió a Amado Carrillo el apodo de El Señor de Los Cielos.

Los hermanos Carrillo hicieron crecer su organización al recibir la protección del general José de Jesús Gutiérrez Rebollo, el zar antidroga del gobierno de Ernesto Zedillo, quien fue detenido en 1997 bajo cargos de delincuencia organizada.

VACÍO DE PODER

Amado Carrillo murió en 1997 a la edad de 40 años mientras se realizaba una cirugía plástica en la Ciudad de México, tras lo cual sus hermanos y su hijo Vicente Carrillo Leyva se hicieron cargo de la organización.

La muerte de Amado creó un vacío de poder en Chihuahua, que aunado al escape de prisión de Joaquín El Chapo Guzmán, hizo que muchas células que estaban al mando de los hermanos Carrillo Fuentes se aliaran al cártel del Pacífico.

En 2004, Rodolfo Carrillo Fuentes, el hermano menor y también llamado El Niño de Oro, murió a la edad de 29 años atacado a las afueras de un cine por un grupo de sicarios que se cree estaban bajo el mando de El Chapo Guzmán.

En represalia, Vicente Carrillo ordenó el asesinato en prisión de uno de los hermanos de El Chapo Guzmán.

A partir de ese momento inició una cruenta lucha entre el cártel de Juárez y el del Pacífico, que derivó en una ola de crimen a niveles sin precedentes en Ciudad Juárez, donde llegaron a ocurrir hasta 250 asesinatos por mes.

LAS DETENCIONES

Vicente Carrillo Leyva, conocido como El Ingeniero, fue arrestado en 2009 mientras hacía ejercicio en la Ciudad de México. El joven fue acusado de lavado de dinero, delito por el que fue absuelto, pero también fue acusado de falsificación de documentos oficiales y acopio de armas.

Alberto Carrillo Fuentes, conocido como Betty la Fea, fue detenido en septiembre de 2013 en la zona hotelera de la Riviera Nayarita, en el municipio de Bucerías, y acusado de los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y homicidio.

A partir de ese momento, El Viceroy, de 51 años, quedó como cabeza visible de la organización. Detenido este jueves, Vicente Carrillo era buscado por varias cortes en Estados Unidos por tráfico de drogas. Washington ofrecía 5 millones de dólares por información que llevara a su captura.

Cuando el Ejército y la Policía Federal incursionaron en Ciudad Juárez para detener la violencia causada por el enfrentamiento entre el cártel de Juárez y el del Pacífico, que cobró más de 8 mil vidas, a la organización de Vicente Carrillo se le atribuye el primer ataque con coche bomba realizado por una organización criminal contra fuerzas federales.

UN CAPO QUE PERDIÓ INFLUENCIA

Aunque El Viceroy intentó mantener el control sobre Juárez, reportes de inteligencia sugieren que su influencia en Chihuahua se vio disminuida de manera considerable en años recientes cuando el cártel del Pacífico se hizo del control de la mayoría de sus rutas, luego de que La Línea y Los Aztecas, exbrazos armados del cártel de Juárez, cambiaron de bando.

A través de esos dos grupos, a los cuales financian y entrenan, Los Zetas operan actualmente en territorio controlado por el cártel del Pacífico en Chihuahua, particularmente en Ciudad Juárez, según la agencia Stratfor.

A cambio, según la agencia, Los Zetas pueden traficar droga a Estados Unidos en áreas que no están controladas por La Línea en los alrededores de Ciudad Juárez, lo que les permite no entrar en conflicto con el cártel del Pacífico.

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