lunes, 28 de julio de 2014

'El Mayo' asciende para liderar el Cartel de Sinaloa cuyo futuro es incierto

El próximo juicio en California, de un operario de alto rango del Cartel de Sinaloa de México, plantea preguntas sobre el estado de la organización narcotraficante mexicana, y sobre si el capo que queda podrá mantener el poder de la organización criminal tras una serie de fuertes golpes.

El 11 de julio, en un tribunal de San Diego, José Rodrigo Arechiga Gamboa, alias "El Chino Ántrax" se declaró no culpable de los cargos federales de conspiración para el tráfico de cocaína y otras drogas hacia Estados Unidos. Fue extraditado a Estados Unidos después de haber sido detenido en Amsterdam en diciembre de 2013.

El Chino Ántrax fue al parecer el jefe de sicarios del Cartel de Sinaloa y un hombre con estrechos vínculos personales con el líder, Joaquín "El Chapo" Guzmán, por lo que su detención fue un fuerte golpe a la organización, así como un paso en el esfuerzo por atrapar al propio Guzmán, quien fue detenido en febrero en Mazatlán.

La detención de El Chino Ántrax y otros subalternos clave en la maquinaria de Sinaloa provocó cambios repentinos en los sistemas de comunicación del grupo, exponiéndolos a la infiltración por parte de las autoridades.

El Chino Ántrax fue al parecer un fundador y líder de una célula de Sinaloa llamada "Virus Ántrax", y representó a una nueva generación de líderes de Sinaloa. A diferencia de muchos de sus antepasados criminales, él no tenía experiencia en cuerpos de seguridad, ni era un ranchero proclamado. Según una reciente crónica del New Yorker sobre la detención de Guzmán, El Chino Ántrax fue un tecnófilo cosmopolita: estaba en Amsterdam, en una de sus vacaciones europeas periódicas cuando fue detenido y pasó una gran cantidad de tiempo en línea bromeando y discutiendo con otras figuras del crimen organizado. Algunos informes especularon después de su detención que la información publicada en su cuenta de Instagram podría haber contribuido a su detención.

La espera de juicio de El Chino Ántrax y la caída de otros miembros clave del grupo -entre ellos el mismo Guzmán- plantea interrogantes sobre el futuro del Cartel de Sinaloa. El arresto de Guzmán fue seguido en junio por informes de que Juan José "El Azul" Esparragoza, otro del triunvirato de los principales jefes de Sinaloa, había sufrido un ataque cardíaco. Otros de los líderes de Sinaloa de antaño, como Arturo Beltrán Leyva, quien fue dado de baja en diciembre de 2009 después de una ruptura con Guzmán, e Ignacio Coronel, quien fue dado de baja en 2010, también han desaparecido de la escena.

Estos avances en el último año parecen haber elevado a Ismael "El Mayo" Zambada, el único capo de Sinaloa que queda, a una posición de poder sin precedentes dentro del cartel, pero no está claro hasta qué punto la organización que él controla se asemeja a la que ha dominado el paisaje criminal del país durante la última década.

Con la desaparición de sus contemporáneos, tanto en Sinaloa como en otras regiones, Zambada puede ser ahora el capo de la droga más poderoso del país, aunque está quedándose a cargo de una organización que está en constante cambio.

Aunque fueron aliados durante décadas, no se sabe cuánto solapamiento hubo entre las redes dentro de Sinaloa que estaban controladas por Zambada y aquellas controladas por sus colegas. Podría ser que Guzmán y Esparragoza tenían una red de subordinados dispuestos a responder sólo a ellos, por lo que su salida podría significar la fractura del cartel.

El Cartel de Sinaloa ha estado plagado de reportes de luchas internas durante años, y los rumores parecen haberse intensificado en los últimos meses. Los cientos de cadáveres descubiertos en fosas clandestinas en 2011 en Durango, por ejemplo, fueron atribuidos a las batallas entre una filial de Sinaloa con sede en Chihuahua y sus antiguos jefes. Más recientemente, la detención de varios lugartenientes de Zambada, entre ellos su hijo Serafín Zambada, dio lugar a informes sobre el conflicto abierto entre Guzmán y Zambada.

No está claro cuánto hay de verdad en los rumores, pero son una señal de la tensión y tal vez incluso del deterioro dentro de la organización. Por otra parte, el ascenso de Zambada, que se produce meses después de la detención de El Chino Ántrax y el hijo de Zambada, también plantea preguntas sobre su dependencia en las células de subalternos más jóvenes, que son en gran parte responsables de las operaciones del día a día de la organización.

Los informes indican que la organización en general, y Zambada en particular, eran muy dependientes de El Chino Ántrax, Serafín Zambada, y Gonzalo Inzunza Inzunza (asesinado por las tropas mexicanas en diciembre). La sustitución de tres lugartenientes y dos capos en un período de seis meses es una tarea difícil, lo que con seguridad probará la fuerza de cualquier organización.

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