sábado, 5 de mayo de 2012

Sospechan que crimen organizado asesinó a general - Azteca Noticias

México, DF.- Procuraduría capitalina abre una línea de investigación sobre la presunta participación del crimen organizado en el homicidio del general de brigada en retiro Mario Arturo Acosta Chaparro, registrado el pasado 20 de abril.

 

Algunas versiones de que el militar pudiera haber tenido algún contacto con líderes del narcotráfico o por sus posibles intervenciones contra operaciones delictivas, motivan tal línea de investigación, según afirmó el abogado de la ciudad, Jesús Rodríguez Almeida, y señaló que 15 personas han rendido declaración para conocer el entorno laboral y social de Acosta Chaparro.

 

Las investigaciones realizadas hasta el momento, dijo el procurador, señalan una ejecución directa y la presunta participación de la delincuencia organizada podría ser una posibilidad. "Independientemente del comportamiento del hoy occiso, a la procuraduría le corresponde precisamente profundizar en la investigación y generar los deposados necesarios para conocer específicamente el modus vivendi del general, para poder confrontarlo con los que ya tenemos", dijo Rodríguez Almeida.

 

Los agentes investigadores del caso también sospechan que el general de brigada en retiro, pudo haber sido traicionado por algún conocido que presuntamente proporcionó al asesino que ya lo esperaba en la colonia Anáhuac, donde se registró el crimen.

 

Según la procuraduría capitalina, Acosta Chaparro salió de sus oficinas en la colonia Cuauhtémoc a bordo de su camioneta, alrededor de las 17:50 horas del pasado 20 de abril. Posteriormente se dirigió al taller mecánico que se ubica en el cruce de las calles Lago Trasimeno y Lago Como.

 

La carpeta de investigación señala que el general, bajó de su camioneta junto con dos hombres: su chofer Federico González Mejía, un expolicía de 56 años y Honorio García Sánchez, un capitán del Ejército retirado de 75 años de edad. Supuestamente el homicida pasó junto al general, avanzó unos pasos y regresó para cometer el crimen. Acosta Chaparro había olvidado su pistola calibre 25 en su camioneta.

 

Los investigadores indagan a las personas cercanas al general ya que el asesino presuntamente ya esperaba a su víctima.

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