Políticas 16 mayo, 2012
TEGUCIGALPA.- Aumento de la violencia, alimentada por el crimen organizado, amenaza la estabilidad política y la seguridad en el istmo centroamericano, advirtió ayer el canciller hondureño Arturo Corrales en el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Arturo Corrales: "Se necesita una respuesta regional y global más fuerte".
Corrales representa a Centroamérica en la reunión de alto nivel de la ONU, denominada "La seguridad en Centroamérica, un reto regional y global; cómo promover e implementar la estrategia de seguridad centroamericana".
"El aumento de la violencia, alimentada por el crimen organizado y el tráfico de drogas, se da en diferentes grados en cada país y es una amenaza para la estabilidad política y la seguridad de la región centroamericana, en un contexto de debilidad institucional", expuso el ministro de Relaciones Exteriores.
Agregó que en el 2011, un estudio mundial de Naciones Unidas, encontró que los homicidios en América Central se acercan a un "punto de crisis". "Es decir, a un ritmo de más del 41 por 100,000 ciudadanos de Guatemala, 66 por cada 100,000 en El Salvador y 82 por cada 100,000 en Honduras", ilustró.
Detalló que la delincuencia organizada transnacional y el narcotráfico son un desafío para la región y una amenaza global, porque ponen en peligro la seguridad y obstruyen el funcionamiento de las instituciones públicas.
Para Corrales, ningún Estado puede aspirar a derrotar esta amenaza por su propia cuenta y por ello se necesita una respuesta regional y global más fuerte. "Esto ha sido reconocido por todos los países de América Central y es la fuerza motriz de su estrategia regional en materia de seguridad", apuntó. (JS).
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